Claves para elegir entre Collar, pipeta o comprimido
Son muchos los propietarios, especialmente de perros, que llegada la época de calor, se preguntan qué es mejor para prevenir los parásitos externos en su perro.
Todos ellos, son medicamentos veterinarios, aunque los únicos que están sujetos a prescripción veterinaria... son los comprimidos
Os indico aquí algunas orientaciones para que vosotros mismos, podáis decidir qué le conviene más en función del entorno en el que vive.

Los comprimidos:
Contienen principios activos que se distribuyen por los capilares sanguíneos manteniéndose allí entre 1 y 3 meses, dependiendo del medicamento.
El parásito, al picar, entra en contacto con la sangre de los capilares, y muere intoxicado por acción del principio activo que se encuentra en dichos capilares.
No está demostrado que el insecto, al entrar en contacto con la sangre, no transmita ninguna de las enfermedades de las que son portadores.
Por este motivo, los comprimidos son útiles, no tanto para evitar que el perro pueda contagiarse por alguna enfermedad transmitida por estos parásitos, sino para evitar que los humanos que comparten habitat con ellos, puedan llegar a contraer alguna de esas enfermedades, ya que evita que el perro pueda llevar pulgas/garrapatas vivas a casa.

Los collares:
Consisten en una matriz plástica que va liberando principio activo con el movimiento del perro. De duración variable (entre 5 y 12 meses) todos llevan un derivado de la permetrina con efecto repelente e insecticida por contacto y algunos (Ej.: Seresto) se refuerzan con un insecticida por contacto e ingestión.
Al liberar el principio activo, éste queda depositado en la superficie del animal (mayoritariamente en el pelo) y concentrado en las zonas próximas al collar (cabeza, y primer tercio del cuerpo). Por estso motivos, un baño o un chapuzón del perro (especialmente frecuente en verano), arrastra el principio activo, quedando desprotegido hasta que el collar vuelva a ser capaz de impregnar de nuevo al perro. Además, no cubre la totalidad del animal, con lo que patas y parte posterior del cuerpo quedan desprotegidos.
Por ello, los collares son útiles como método antiparasitario complementario, reforzando la protección de la zona más expuesta.

Las pipetas: Consiste en un tubo plástico terminado en punta para facilitar la aplicación del líquido que llevan dentro. El líquido suele consistir en un excipiente oleoso que contiene el pricipio activo, también lipofílico (soluble en grasa).
Al aplicar la pipeta directamente sobre la piel del animal, el pricipio activo se distribuye por todo el cuerpo del animal quedando retenido allí para posteriormente ejercer su efecto insecticida/repelente. Esto, hace que, en general, ninguna parte del cuerpo del animal quede desprotegido, y que los lavados/chapuzones no consigan arrastrar al principio activo que queda retenido en la piel.
Como véis, el entorno (rural/urbano), el grado de infestación del mismo, así como el objetivo que se persigue con el método antiparasitario, son los que van a determinar el método antiparasitario a utilizar.
En VetFarma, contamos con estas opciones y otras aplicables al entorno. Si necesitas más orientaciones, acércate a nuestra Framacia Veterinaria, y nuestro Farmacéutico especializado te recomendará la opción que mejor se adapte a tus necesidades. Te esperamos!
Puedes consultar los detalles de estos antiparasitarios pinchando en el icono de tu izquierda, que te dirije a la página web de la Agencia Española del Medicamento dedicada exclusivamente a medicamentos de uso veterinario.
ESPERO QUE ESTA BREVE (??) INFORMACIÓN, sea útil en tu elección.
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